12 de agosto de 2013

The Legend of Zelda: Ocarina of Time


Después de rejugar, con un placer inusitado, la saga Ground Control y World in Conflict me dio por cambiar de aires un poco y aunque tengo en un rincón del ordenador la expansión del Baldur’s Gate 2 pues quería algo diferente y como no, llevaba mucho tiempo pasando por mi cabeza jugar a unos juegos que son míticos y los tenía ahí sin tocar. Me refiero al The Legend of Zelda: Ocarina of Time, Final Fantasy IX y The Legend of Zelda: Majora’s Mask y elegí seguir el mismo orden escrito en estas líneas pero eso sí, en forma de emulación por no tener nadie cercano con los juegos y consolas con los que se requiere jugar. Aquí os dejo unas palabras sobre mis experiencias y dudas que este título en particular han despertado en mí.

La verdad es que The Legend of Zelda no es una saga santo de mi devoción aunque sí he jugado algún que otro título y me gustan como juego, eso si, aún recuerdo cuando me preguntaba por qué se llama The Legend of Zelda cuando nuestro protagonista se llama Link ja ja ja.

La cosa es que al principio no me gusto nada una cosa, estábamos con un Link niño y no el adolescente aunque la cosa se explica mucho más adelante. Mientras que hacemos las distintas mazmorras, cada cual más interesante tanto por los retos en forma de puzzles como en forma de adversarios finales, tal vez estos menos, a uno le va atrapando y disfrutando de lo que vemos y sentimos, más de una vez ese sentimiento de frustración dando vueltas por la mazmorra hasta que uno ve la pieza del engranaje que faltaba. Además, todos los puzzles son distintos, no es siempre el mismo aunque lo que sí va cambiando poco a poco es con que nuevas herramientas debemos ir resolviendolo. Algo que sí me sorprendió fueron los jefes finales de estas mazmorras y la propia mazmorra final pues en general su dificultad no era demasiado alta, no se, uno recuerda los jefes finales del Darksiders y su dificultad es mucho más alta incluso si conoces sus patrones y el control en ambos juegos es pésimo, si lo jugamos con teclado, claro esta. Pero no se, fue algo que me sorprendió, esperarte un bicharraco impresionante, complicado y nada, combates muy fáciles. ¿Tal vez sea por el simple hecho de la edad a la que lo he jugado y por mi experiencia como jugador? Quien sabe pero quitando el jefe final la cosa en ese sentido defrauda.

Luego tenemos ciertos NPC como son Zelda, Sheik o Ganondorf que están excelentemente representados y desarrollados pero mi problema, y decepción, fue de otros más cercanos como la encantadora Saria o nuestro fiel corcel Epona, personajes que no se el porque pero les veo con poco terreno recorrido, recortados tal vez sea la palabra que deba de utilizar para referirme a ellos, porque mientras que con Epona le cogemos un especial cariño vemos que realmente ¿para qué nos sirve? ¿cuál es el objetivo de su inclusión en el título? No estamos hablando de una montura como Agro en Shadow of the Colossus donde su participación tanto a nivel de jugabilidad como de historia esta más que justificado, no, hablamos de un medio de transporte que nos gana sentimentalmente y que vemos que no se explota porque queramos o no solo lo podemos usar en la parte central del mapa, que de por sí no es para nada muy extensa y en unos 10 minutos, o menos, podemos recorrer corriendo y por ello me pregunto ¿por qué se desperdicia así un personaje? ¿por qué desaprovechar personajes que contarán con la simpatía del público? Es cuando recuerdo otros juegos como la reciente expansión de Starcraft 2: Heart of the Swarm donde vemos personajes secundarios metidos con calzador o de adorno sin explotarlos convenientemente. Epona se merece en este juego algo más que poder correr con ella durante 3 minutos, necesita acción, saltos, carreras, necesita un objetivo que desde mi punto de vista solo es el sentimental y eso hace que se desaproveche en exceso este personaje.


Luego esta Saria, de los más entrañables, por no decir el más entrañable personaje de todo el título, he de admitir que me ha enamorado ese personaje que aunque importante a nivel de historia le veo que le falta algo, no llegando al nivel de Epona pero si un potencial que no se aprovecha como debería ser ¿cuál es el problema en este personaje si su importancia en la trama es capital, por qué esa soledad en sus acciones?  No se las respuestas y seguramente muchos de ustedes piensen que me equivoco mucho con este personaje pero no se, le veo un vacío que no se merece y que me sorprendió por las palabras que mis compañeros de podcast, Mara y Tumba, me hicieron llegar sobre ella.

Luego tenemos cosas que no comprendo, la verdad, como que ciertos objetos sean obligatorios pero no se pueda conseguir de forma “sencilla”, me explico. Hay un par de objetos, que no desvelaré por no estropear la sorpresa, que pueden ser complicados de conseguir no tanto en la dificultad en conseguir en si, sino en el lugar donde encontrarlos porque me da la sensación de que esta todo hecho de forma algo rebuscada. Tal vez el problema sea mío y no del juego, eso esta claro, pero yo me volví loco hasta el nivel de que tuve que mirar una guía porque directamente no sabía que hacer.

La inclusión de mini-juegos la verdad es que esta muy bien y muchos de ellos con mando se tienen que disfrutar mucho pero claro, con un teclado la cosa se hace más que complicado y es una pena porque esta claro que si estas cansado o no deseas hacer la mazmorra de turno siempre puedes dedicarte a estos menesteres donde en general más de una vez se tiene bastante diversión con estas “recreativas” dentro del juego donde conseguir rupias u objetos de interés aunque  la verdad es que normalmente nos sobra de todo y con dedicarse a romper rocas o cortar plantas tenemos suficiente, pero es algo que se agradece en un juego de este tipo pues las horas que añade al título pueden llegar a ser bastante si nos picamos con dichos mini-juegos.

También hay cosas que no llego a comprender demasiado bien como que cuando Ganondorf no es aún el malo oficial, las noches son peligrosas porque de la nada aparecen enemigos por doquier cosa que cambia cuando se supone que todo el mundo esta gobernado por una entidad malvada como Ganondorf ¿dónde se han ido todos los enemigos, al bar? Me quedé estupefacto ante tal soledad de maldad en el momento en que se supone que el mal gobierna el mundo de Hyrule, en serio, durante un rato mi cara fue un poema por la soledad de todo el paraje recorrido. Era más peligroso la noche antes del gobierno de Ganondorf que cuando él gobierna. Tal vez sea una tontería pero realmente me sorprendió mucho y veo una gran incoherencia en este aspecto del juego pues inicialmente se diría que el gobierno del malo de turno lo que ha hecho es mejorar en cierta forma la calidad de vida de sus habitantes.

Por último decir que graficamente, tanto a nivel de potencia gráfica como de diseño artístico, y musicalmente se disfruta muchísimo con todas las melodías mientras que viajamos por un mundo lleno de vida y colorido, incluso en sus más oscuros momentos se mantiene toda esa magia que baña nuestro monitor y regala a nuestros oídos. Los enemigos, sobre todo los jefes finales, son una maravilla que uno disfruta mucho al ver y luchar contra ellos pues son parte de ese todo que vamos recorriendo y que vemos como desde la más pequeña entidad a la más malvada tiene un halo de fantasía que sin lugar a dudas llega a los sentidos.
 
Bueno, creo que ya he escrito suficiente sobre este gran título que como todos los que existen tiene sus luces y sus sombras y la verdad es que en luces gana por goleada aunque me haya centrado en lo que no comprendo o critico del título. En general me ha encantado, sobre todo la parte final que te hace sufrir de lo lindo más en el transcurso del camino entre jefe final y jefe final que en las propias batallas contra estos enemigo. Un título que sin lugar a dudas rejugaré en un futuro, espero que con mando y a poder ser en consola como debe ser, porque uno al terminarlo siente que se ha dejado muchas cosas, muchos detalles no imprescindibles pero sí interesantes que le dan a uno horas y horas de más diversión. Por no decir el reencuentro con personajes como los ya comentados por mí y por otros que no he nombrado. Doy la razón a los que dicen que es un imprescindible o, al menos, uno de esos títulos que debe de ser jugado una vez en la vida porque la verdad es que es una experiencia que merece la pena.

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