14 de agosto de 2013

Análisis: Thomas Was Alone


Hablar de Thomas Was Alone es hablar de un título escuchado en todas partes por los amantes tanto de los juegos como de los indie pues se ha convertido en la “moda” que está en cada rincón de la red cuando hablamos de juegos indie. A mi personalmente no me llamó la atención inicialmente ni siquiera por cierta señorita, cuya fascinación por dicho título hace que lo promocione en cada rincón en el que está, y ganar un BAFTA 2012 también ayudó a que lo conociera un poco más. La cosa es que como tantos títulos actualmente venía en un Humble Indie Bundle así que teniéndolo en mis manos me puse a jugar.

Argumento

En un programa de ordenador aparece de pronto un pixel, una simple IA llamado Thomas que toma conciencia de si mismo. Esta encerrado y solo en ese programa así que intenta avanzar, explorar y saber más sobre ese mundo y, quién sabe, tal vez encuentre a alguien.

Estamos ante un planteamiento y una historia sencilla pero que en cierto modo atrapa, pues, nos cuenta algo que por desgracia tan poco se da hoy en día en los videojuegos, nos cuenta un sentimiento que todos hemos tenido en ciertos momentos o situaciones de nuestra vida. La soledad de Thomas es un símil del propio sentimiento que tenemos en nuestros corazones muchas veces y el hecho de que el protagonista busque algo más es basicamente lo que nos mueve a nosotros mismos en este mundo buscando nuestro lugar alrededor de personas que nos comprendan y compartan cosas con nosotros. Por eso digo que es una historia interesante, porque estamos ante algo nada típico donde el objetivo del protagonista no es salvar el mundo o luchar contra ese mal elemental tan malo, en cierto modo me recuerda mucho a un clásico como Planescape: Torment, donde el objetivo del Sin Nombre no es más que saber quién es. En Thomas Was Alone pasa exactamente igual, su objetivo final es encajar en ese mundo y poco a poco va descubriendo no solo lo que el propio título muestra, sino que hay más como él, en sus misma situación y búsqueda

Vídeo

Nos encontramos ante unos gráficos en 2D donde la escala de grises es lo que abunda y menos los colores, que normalmente son representativo de los distintos personajes que podemos controlar o los poderes que podemos tener.

El diseño artístico es minimalista, con unos escenarios bellos por su simpleza y unos personajes que son
unicamente distintos cuadrados y rectángulos pero que en el fondo bastan para representar una puñado de IAs que han cobrado conciencia de si mismos.

Sonido

Os voy a ser sincero, Thomas Was Alone me atrapó antes de jugarlo simplemente por una cosa, su Banda Sonora. La obra de David Housden es sinceramente maravillosa, la primera vez que la escuché quedé encandilado de unas partituras llenas de sentimiento que, además, podemos escuchar de forma gratuita en esta Web, algo que os recomiendo si sois amantes de las obras donde los sintetizadores y el piano son los protagonistas totales y que da igual que hayáis jugado el juego o no, os atrapará. Luego tenemos unos pocos efectos sonoros, realmente solo aparecen cuando nuestros pequeños protagonistas saltan, que son correctos y característicos de cada uno.

Por último, y no menos importante, tenemos la labor imprescindible del Narrador, Danny Wallace ganador del BAFTA 2012 por este juego, que nos va contando las aventuras y desventuras de nuestros pequeños protagonistas con un sentimiento que hace que el juego gane enteros, ya de por sí bueno en el apartado sonoro. Sin lugar a dudas es una pieza fundamental en este pequeño juego y una lección de como hacer de narrador en un juego.

Jugabilidad

Estamos ante un juego de plataformas con puzzles donde a través de distintos personajes que se irán ayudando mutuamente podremos superar todas las adversidades que nos encontremos.

Nuestros distintos protagonistas poseen no solo distintas formas geométricas sino también distintas cualidades con las que se ayudan unos a otros como son saltar dos veces, flotar, servir como cama elástica y así muchas cualidades distintas únicas para cada personaje con las que consiguen acabar los niveles cooperando siempre y nunca en solitario. Esto también es algo que se cuenta en forma de historia, que muchos de ellos al principio se creen indispensables y superhéroes pero con el avance del juego descubren que al final la cooperación con sus semejantes es el único camino que pueden seguir.

El juego en sí es divertido y muchos puzzles complicados van seguidos de otros más fáciles para que el jugador no se sienta frustrado, aunque hay que decir que no he llegado a ese límite. El problema es que es un juego fácil y aunque hay algunos puzzles que son algo complicado en general no abundan y solo en el último trama de juego encontramos algo que nos mueva a ver que nos depara la siguiente pantalla.

Tal vez por todo esto el juego sea tan corto, a mi me ha durado unas 3 horas, pues si fuera más largo claramente perdería todo su encanto.

Conclusión:
Uno cuando juega a Thomas Was Alone disfruta de su música, de Danny Wallace, de un diseño artístico minimalista pero bello a sus vez, de una mecánica fácil de superar y de una historia muy humana pero al final de todo esto uno no siente que sea ese gran juego indie que todos dicen, uno siente que si separamos la jugabilidad de su banda sonora, su narrador y su historia humana el juego pierde casi todo su interés porque la dificultad que presenta es demasiado baja, demasiado sencilla y al final nada retante. Así que os lo recomiendo para cambiar de aires, para disfrutar de unas partituras espléndidas, para disfrutar de como hay que narrar un juego, para ver una historia donde los personajes aquí expuestos son un símil de las mismas personas en su afán por buscar su lugar en el mundo y de no creerse indispensables pero no como un juego de puzzles o un plataforma pues hay juegos mejores en ese sentido. Thomas Was Alone es una experiencia jugable, término usado últimamente mucho, que se le quiere o se le odia, ustedes deciden.

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