Análisis: Rock of Ages

El humor absurdo que los Monty Phyton crearon ha creado, valga la redundancia, polémica, muchos fans y escuela que ven a este grupo de cómicos ingleses como uno de los mejores de la historia y con películas como “La vida de Brian” o “El sentido de la vida”, además, han criticado duramente muchas facetas de la forma de vida de la época, que también se pueden transportar ahora. Una de las cosa que más llamaban la atención era las escenas animadas de sus películas por la forma y el humor que se desprendían de ellas. Si unimos una animación calcada además de un humor igual de absurdo, un Tower Defense y un juego arcade tenemos Rock of Ages. Que eche a rodar la piedra.

Argumento

Somos Sísifo y estamos en el infierno con nuestros que haceres diarios, es decir, subir una roca por una ladera por el resto de la eternidad. Hartos de esta tortura nos encaminamos hacia nuestra libertad por encima de quién tengamos que pasar o de la época temporal que tengamos que cruzar con nuestra inseparable roca.

Esta es la simple, pero loca y desternillante historia que nos contará la historia de Sísifo enfentándose a personalidades históricas como Leonidas, Napoleón, Carlos III o Leonardo Da Vinci. Y será en el transcurso de lo contado donde más nos podremos reír con escenas en las que Leonardo Da Vinci está en una habitación llena de televisores y al entrar nosotros se pone a hablar como si se tratase del Arquitecto de Matrix. Una escena sencillamente genial.

Gráficos

Los gráficos del juego son en 3D con unas texturas aceptables y unos efectos de luces bastante básicos para dar al juego un buen aspecto pero sin ser ninguna maravilla técnica. Las animaciones son bastante correcta la física muy buena.

Por otro lado la dirección artística es muy buena con unos escenarios bastante hermosos y a veces detallistas o simples, todo dependiendo del circuito en el que jueguemos pero siempre con un cierto aire a una pintura al oleo.

Por último las escenas de vídeo que nos cuentan la historia usan la técnica ya comentada en la introducción consistente en coger cuadros antiguos de personajes históricos, recortarlos y montarlos como si de una marioneta de papel se tratara dando un aspecto muy cómico que junto con lo que cuenta da en el clavo de la comedia.

Sonido

Estamos ante un apartado bastante simple y correcto que cumple con creces. La bando sonora que nos acompaña en el juego es tranquila y no destaca en ningún momento, siendo un complemento perfecto para la acción. Los efectos sonoros cumplen con su cometido sin ningún problema.

Jugabilidad

Estamos ante un juego en 2 fases: Torres de defensa y arcade. Nuestro objetivo es destruir la puerta de nuestro adversario antes que este haga lo mismo con la nuestra. Existe un tiempo en el que nuestra roca se está fabricando y que podemos utilizar para colocar estratégicamente una serie de torres, obstáculos, armas o minas para dificultar el avance de nuestro adversario para que realice el menor daño posible a nuestra puerta. Pero no podemos construir en todos los lugares del circuito, sino en unos destinados a ello que a su vez serán inutilizados cuando construyamos en ellos y se cree una especie de halo que inutilizará las casillas adyacentes. Todas las construcciones están destinadas a dificultad el avance de la roca enemiga menos una, las minas que nos proveerá de dinero que podremos gastar en más construcciones o en mejoras para la roca. Pero este dinero no se consigue solo así, sino también destruyendo construcciones enemigas con nuestra roca, además del dado al inicio de cada turno.

En la segunda fase, la arcade, nosotros llevamos nuestra roca por el circuito destruyendo lo que podamos ver, si queremos conseguir dinero, o yendo lo más rápido posible para así golpear antes. Pero nuestra roca no es indestructible, sino que irá resquebrajándose poco a poco hasta que pueda ser destruida y perdiendo así un tiempo vital.

No nos podemos de olvidar de las batallas contra jefes finales, bastantes interesantes tanto por el enemigo mostrado como por la forma de vencerles.

También disponemos de modalidades multijugador y de contrarreloj que pueden alargar la vida del juego, que puede ser algo corta si solo disfrutamos del modo campaña.

Conclusión: Estamos ante un juego donde la diversión y la carcajada están aseguradas con unas escenas animadas dignas de ver una vez y otra por todo el humor que derrochan y por una jugabilidad que mezcla estos 2 géneros de una forma muy inteligente. Más de una vez sudaremos y temeremos por nuestros errores pues la máquina y su AI es muy decente poniéndonos en aprietos muchas veces. Sin lugar a dudas una pequeña maravilla en este extenso mundo de los videojuegos.