21 de octubre de 2013

El jugador y el tiempo


En la actual sociedad donde la edad del jugador medio aumenta, creo que en la actualidad podría estar sobre los 35 años, y por nuestras responsabilidades con la vida, ya sean laborales, familiares o simplemente con amigos, vemos como nuestro tiempo para dedicar a este hobby que son los videojuegos disminuye de tal forma que cada vez tenemos menos tiempo para jugar. Pero no quiero hablaros de lo que tantas veces se ha escrito, como por ejemplo nuestra amiga Mara en un excelente artículo en Zenhgames, sino de nosotros y nuestra responsabilidad en esta situación que tanto nos desespera y a la vez ciega en la actualidad.

Decir que los jugadores de videojuegos son en la actualidad los consumidores más consumistas, valga la redundancia, es algo que creo que nadie me negará. Hemos llegado a tal nivel de consumismo que podemos tener una enorme de títulos en nuestra biblioteca videojueguil, ya sea de forma digital o física, que seguiremos comprando ese título o aquel porque “esta a un precio irrisorio” aunque no lo vayamos a jugar de inmediato, aunque no lo vayamos a jugar en una “pequeña” temporada. Incluso hay casos de volver a comprar un título porque nos ofrecen una versión digital que no poseemos o simplemente porque en GoG podemos obtener el manual, su banda sonora y una par de detalles más de lo tan excelentes bonus que nos tiene acostumbrado la plataforma digital. La cosa se resume al final en una sed consumista que podríamos decir que es enfermiza y que en cierto modo comenzó Valve con su plataforma Steam aunque, no nos engañemos, nadie nos pone una pistola en la cabeza para comprar, y con la llegada de los humbles la cosa se volvió más paranoico todavía pues ahora no solo tenemos un juego el que podemos adquirir a precio de saldo sino 4, 5 o 7 y así nuestra reserva de videojuegos aumenta de forma exponencial como el agua que se almacena tras una torrencial lluvia.

¿Y ahora qué? Pues lo normal es jugarlos, disfrutarlos, ver que en lo que te hayas gastado el dinero ha sido fructífero pero entonces aparece lo que tanto tememos, la vida y los días de 24 horas. Tenemos juegos y ganas de jugar pero a la vez no poseemos el tiempo suficiente para que podamos jugar y disfrutar de los mismos y nos quejamos de nuestra falta de tiempo porque vemos títulos y los compramos y no podemos jugarlos pues aparece uno y otro y otro y así no paramos. Yo por ejemplo en la actualidad tengo en mi lista de deseados a unos 80 títulos en Steam y unos 20 en la lista de GoG, sumados a los juegos que tengo y no he jugado por falta de tiempo tenemos que la cantidad es enorme y a la vez enfermiza. Y no solo eso, sino que muchas veces al jugarlos no los disfrutamos sino que simplemente los devoramos sin saborearlos, engullimos y engullimos sin parar, sin saborear la experiencia jugable, la historia, la acción, en definitiva lo que nos ofrece dicho título.

Hay mucha gente en la actualidad dice que la actual generación de juegos son insustanciales, no como esos juegos de antaño, pero cada vez me pregunto más si lo que más ha cambiado somos nosotros y la abundancia de títulos que hace que en vez de deleitarnos con esos títulos como hacíamos hace años los engullimos sin control alguno, sin saborearlos, sin disfrutarlos. Tal vez, y solo es un pensamiento de una persona que piensa que esto es así, el actual problema no es la falta de tiempo ni que los títulos sean mejores o peores, el problema final somos nosotros pues, nosotros y solo nosotros elegimos, y la elección que hacemos es comprar y comprar sin control, sin disfrutar de los títulos que ya poseemos, sin ver que lo realmente importante de este hobby es disfrutar cada hora, cada minuto, cada segundo de ese juego y saborearlo hasta que estemos hartos.

Hace ya unos años tuve unos 7 meses de infarto que haciendo un resumen era levantarme a las 8 de la
mañana, acostarme a las 2 de la mañana y recorrer unos 23 kilómetros en bicicleta diarios donde se sumaba trabajo y estudios, además de las labores que una casa supone. Un amigo me decía siempre que yo debería tomar speed o cocaína para aguantar dicho ritmo y la verdad es que algo de factura me paso por cierto problema de salud menor que llegué a sufrir por el estrés. La cosa es que normalmente tenía poco tiempo para poder jugar, ver series o películas, escuchar música, leer o simplemente estar con los amigos, gracias que en ese momento vivía con 2 amigos y había otros que vivían a un kilómetro como mucho. La cosa es que esos 7 meses son de las mejores épocas de mi vida por ahora, sin lugar a dudas, y más de una vez los recuerdo con gran cariño y nostalgia, deseando revivir cada uno de esos días por estresantes que hayan sido y simplemente era porque los disfrutaba al máximo. No paraba pero tampoco menos preciaba mi tiempo y lo rellenaba con lo calidad queriendo cada minuto y segundo que pasaba con mis amigos o simplemente con otros hobbies. Es cierto que a veces me daba pena tener que irme a trabajar o por razones de estudios no tener más tiempo pero, no me importaba, amaba y aprovechaba todo lo que podía esos momentos.

¿Y qué tiene que ver una cosa con otra? Pues sinceramente todo. Creo, y aquí me incluyo yo mismo, que al final esto es como la propia vida y que es preferible calidad que cantidad y no hablo de que los juegos sean mejores de lo que en la actualidad lo son, sino de que hoy en día no aprovechamos esa cantidad para jugar a gusto y en vez de querer disfrutar lo que hacemos es caminar sin mirar el paisaje. Por eso creo que aunque de forma inicial hoy en día tenemos un problema de tiempo lo que realmente nos pasa es que ese tiempo que nos queda no lo disfrutamos como deberíamos por un motivo u otro y justo eso lo que tenemos que hacer, disfrutar de cada segundo que cogemos nuestro ratón y teclado, o nuestro mando, y listo. No acumular sin sentido porque es cuando da igual el tiempo que tengamos y aunque seamos como el Doctor y poseamos una TARDIS nos faltará tiempo porque no disfrutamos del que tenemos y si no somos capaces de disfrutar del tiempo de tenemos ¿cómo vamos a disfrutar si poseyéramos de tiempo infinito?

2 comentarios:

  1. Juan Angel Gonzalez22 de octubre de 2013, 0:12

    Ole Araq, buen articulo. Como supondrás me he sentido algo identificado xD.

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  2. ¿Y cómo salir de ese sistema de consumismo exacerbado? En realidad no se puede. Me compro un Humble por 2 o 3 juegos y acabo con otros 3 o 4 que no están mal pero se podrían morir de asco sin tocarlos jamás.

    Yo, que estoy relativamente fuera del "hype" por cuestiones técnicas y monetarias, podría conseguir esa quimera que es poder jugar todo su catálogo. Pero no lo hago completamente, porque ahí viene las ganas de jugar una cosa u otra, ahora mismo no me apetece jugar a un Hollywood Monsters (Que caerá próximamente) porque prefiero jugar a algo más de echarle ratitos (En verano me pasa habitualmente, no es soportable estar delante del ordenador empapado en sudor y paso). Así que también hay que tener en cuenta las situaciones personales y variadas que puede haber.

    Peor me lo ponen muchos que se compran juegos nada más lanzarse (no miro a nadie) a más de 50 pavos para pasárselo en una semana quitándose hasta sueño, y después puede incluso que no te haya gustado nada de nada y despotriques contra él. Yo me gasto ese dinero y tengo hasta relaciones sexuales con él durante más de dos años si hace falta, aunque supongo que mi opinión estará influida por mi situación actual, mi forma de ser y mi experiencia, y que otros serán de otra forma dejándose también influir por los demás, con esa norma no escrita de que hay que estar actualizado en todo para encajar en la sociedad o qué se yo.


    Sí, estoy divagando xDDD.

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