29 de octubre de 2013

Análisis: World in Conflict Complete Edition


Uno de los problemas de la estrategia en tiempo real es que llegado el momento, el número de tropas es determinante. Pero ¿qué pasa si no podemos tener un número infinito de tropas?. Aquí es donde actualmente encontramos juegos como Dawn of War 2. Pero antes, un estudio llamado Massive Entertainment creó el Ground Control. La filosofía no es tener un número infinito de unidades, sino solo unos pocos escuadrones. World in Conflict es el perfeccionamiento de esta fórmula llegando a su multijugador, donde cada uno debe encargarse de la parte aérea, blindados, infantería o fuerzas de apoyo. Esto, además, hace que la comunicación entre partes de ejército sea fundamental. Y no vale decir que con un tanque pesado lo arrasaremos todo, pues un simple escuadrón de caza-tanques acabará con nuestra unidad pesada, y acabar con una unidad puede ser desastroso. Esto es World in Conflict, esto es la guerra sin lindeces ni héroes.

Argumento

En 1989 la URSS decide lanzar un ataque desesperado contra Europa y EEUU. Es aquí donde nosotros, el Teniente Parker, entramos en acción intentando expulsar a los malditos rojos de Seattle. Para ello contamos con el todopoderoso ejército de los Estados Unidos de América con lo que llegaremos a la victoria sobre los comunistas, o no.

Por otro lado, el ejército comunista cuenta con sus propios planes y como parte de él, en la piel del Teniente Romanov, nosotros somos intentaremos destruir la maquinaria capitalista que pretende imponer sus dañinos ideales.

Estamos ante una campaña muy cinematográfica que nos mete en la piel de los personajes. Estos personajes son muy humanos y no solo vemos “héroes” de guerra, sino personas con sus sueños, miedos, problemas de la vida cotidiana o simplemente queriendo seguir unos ideales que para ellos son los correcto. Todo se hace tanto con el motor del juego como con ciertas escenas como si de artwork se trataran de una gran belleza. Sin lugar a dudas Massive dio en el clavo con este planteamiento y es un placer ver esos personajes como seres humanos y no hombres sin alma que solo piensan en matar. Aún así aunque la campaña de los EE.UU. es una de las mejores que he podido jugar por el diseño, lo que cuenta y como lo cuenta, la versión soviética se queda en un puedo pero no quiero por su duración y la forma en que se implanta dentro de la del juego original y la verdad es que es una verdadera pena, porque aunque lo que cuenta es interesante y también las misiones que nos proponen al estar incluida sí o sí dentro de la campaña americana se diluye y perdemos toda continuidad, haciendo que una buena idea, historia y personajes se quede en algo anecdótico.

Gráficos

En los 3 juegos de Massive, el motor gráfico es espectacular con niveles de zoom para que podamos jugar una perspectiva de 3º persona a ocupar gran parte del mapa. Esto no es solo una floritura como pasa en muchos juegos de estrategia como pudieran ser Starcraft 2 o Supreme Commander, ya que en ciertos escenarios es fundamental para realizar emboscadas, ataques de artillería o para que no nos cojan por sorpresa a nosotros.

Los modelos están muy detallados y sus animaciones no tienen precio verlas. Lo mejor es sin lugar a dudas
el uso de armas nucleares, pues es cuando más se esfuerza el motor y, aún así, sigue siendo fluido siempre que el equipo pueda mover la cantidad de partículas que se forman en la explosión.

Un detalle es cuando tenemos artillería en el juego, si no podemos verla por estar escondida o por la línea de visión, no pasa nada, solo tenemos que mirar los obuses de donde proceden y sabremos su posición para un bombardeo preciso y mortal.Los bosques y edificios que podemos ver son detallados y destruibles y no solo son un adorno más, sino que puede significar la diferencia entre vencer o no en una batalla. Por último todo los efectos de luces o el mismo agua es impresionante y da vida a la acción que se presenta de una forma tan gráfica.

Sonido

Más que correcto es este apartado. La música es magnífica y las voces de las unidades muy logradas, aunque podría ser mejoradas ya que le falta algo de énfasis en las actuaciones de los dobladores. La única diferencia entre distintas unidades es lo que se dice, siendo algo que le quita personalidad a las unidades. Da igual que la unidad que podamos elegir sea rusa, americana o de la OTAN, suenan todas iguales.

En el guión de la historia encontramos todo lo contrario, con unas interpretaciones muy acertadas que nos harán disfrutar tanto en el bando americano como del comunista y que recuerda mucho a películas como la gran “La caza del Octubre Rojo”.

Jugabilidad

Aquí es donde un juego debe de destacar pues de poco nos sirve tener un motor gráfico impresionante y que jugarlo sea un aburrimiento. World in Conflict es perfecto en este apartado y divertidísimo, no os engaño si empezáis a jugar y os encontráis una hora después sin poder parar.

Como siempre, os hablaré de la campaña de un jugador que siendo en ciertos juegos una especie de tutorial para el multijugador, aquí nos hace sumergirnos por completo en la historia. Olvidaros de ver a soldados valientes que solo piensan en la batalla, pues tienen problemas más “mundanos”: hipotecas, familias, amantes, remordimientos. Son gente normal, que intentan sobrevivir y cometen sus errores. Todo esto se cuenta entre batalla y batalla con dibujos estáticos hechos a mano. Es relajante ver esta forma de contar una historia después de cada batalla agobiante (porque llegan a serlo). Ésta fórmula para empatizar con los protagonistas es excelente y nos regalan escenas que pueden llegar a tener un gran calado sentimental.
Las batallas en sí son grandiosas y los sistemas de cobertura muy bien implantados. Si poseemos infantería y la introducimos en un bosque o una construcción, tened por seguro que da igual la cantidad de enemigos que vayan a su encuentro, la lucha será muy complicada. Os pongo un ejemplo, yo aguante 4 asaltos con blindados pesados y medios, estos últimos buenos contra infantería, mientras que mis 3 pelotones antitanque se situaron en un bosque. El resultado fue pocas bajas de infantería y muchas de blindados. Así que la infantería no es una unidad menor, sino de las más versátiles gracias a que usa toda la cobertura que existe en el título además de mostrarnos una gran realidad y es que los tanques en terrenos abiertos son mortíferos pero en luchas callejeras o frondosos bosques de poco servirán.

Los carros blindados es lo típico, alto blindaje, potente disparo y velocidad aunque no hay que pecar, el ejemplo anterior es una clara advertencia. Pasar por un pueblo lleno de soldados emboscados en edificios con tus blindados es claro signo de perder todo tanque que pase si no usamos de forma acertada la artillería para limpiar el pueblo o los ataques aéreos. Las fuerzas aéreas están compuesta por helicópteros y son magníficos cazadores de tanques e infantería, pero no son invencibles. Contra blindados anti-aéreos es un suicidio seguro.

Y por último tenemos a las fuerzas de apoyo: artillería, antiaéreo y reparaciones. La artillería hace delicias
contra nuestros enemigos. Imaginaros los soldados de antes en el bosque, un par de obuses de artillería y se termina el problema, una columna de blindados, no hay problemas con unos unidades de artillerías apostadas detrás de un monte o en una lejana zona elevada. Pero si se te acercan a tu artillería, o la tienes protegida o te olvidas de ella. Y nunca os olvidéis de los vehículos de reparaciones, pueden ser la diferencia entre una victoria y una derrota. Todo esto hace que en el juego no haya nadie invencible, solo hay que encontrar la pieza clave, ya sea en forma de unidad o de cobertura, en el caso de la infantería.

Aquí no hay que construir nada, tenemos unos puntos y con esos puntos compramos unidades y nos la traen en avión. Esos puntos se renuevan al morir nuestras unidades, así que siempre podremos pedir refuerzos. Este sistema elimina que tengamos una cantidad ingente de unidades y las tengamos que cuidar todo lo que tenemos ya que la zona de aterrizaje puede estar lejos del punto de batalla además de que estos puntos no se renuevan de forma inmediata al morir una unidad, sino que poco a poco subirán, y esto puede significar la perdida la partida.

También tenemos los ataques aéreos. Ataques con Napalm, bombas de racimo, bombas atómicas, eliminación de edificios, blindados o helicópteros, ataques de artillería masivos. Sin lugar a dudas una de las herramientas más útiles y necesarias. Pero cuidado, nuestras unidades también son susceptibles a estas armas, no son inmunes. Cada ataque cuesta x puntos, que se renuevan al eliminar enemigos con dichos ataques y con el tiempo, además de tener un tiempo de “enfriamiento”. Esto elimina el uso masivo de estas habilidades, pues si la usamos mal aumentan nuestra probabilidades de perder y es preferible un buen disparo que 3 malos.

Conclusión: Quien disfrute con la estrategia, disfrutará con World in Conflict. Esa es mi conclusión, nada exagerada. Aquí no vale mandar todas las unidades al unísono, no vale coger las unidades “mejores” y olvidarse de las “inferiores”, hacedlo y fácilmente os derrotarán. No desperdicies ni un solo disparo de la fuerza aérea, porque necesitaréis hasta el último ataque para conseguir la victoria.

Además no solo es el juego en sí, sino la historia como se cuenta, dando protagonismo a todos, desde el presidente hasta el soldado raso.
Sin lugar a dudas Massive hizo un excelente trabajo y eso se agradece.

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