Argumento
Viajamos por el espacio en nuestra nave espacial cuando ocurre un problema, nuestra tripulación esta asustada y intenta mantener la calma para solucionar los problemas cuando todo el mundo desaparece. Aparecemos en una parte de la nave y como es normal, nosotros debemos encontrarlos a todos, no solo porque sean nuestra tripulación sino porque somos el Capitán de la nave.
La historia es simple y poco más que la excusa para los distintos mapas que tendremos que ir superando para encontrar los distintos componentes de la tripulación y de paso saber que ocurrido.
Gráficos
Nos encontramos ante unos gráficos muy simple en 2D y muy pixelados dando una sensación de jugar a un juego de los años 80. Para los que en su tiempo jugaron a juegos como estos es muy agradable la sensación de nostalgia que provocan pero para los que nunca los han jugado aunque si visto en distintos medios sigue siendo muy agradable ya que lo que muestra es muy sencillo y no pretende realizar nada excepcional.
Sonido
Al igual que todo el juego da un regusto retro, la música no iba a ser distinta. Por un lado tenemos unos pocos sonidos bastantes correctos para ciertos momentos como muertes o teletransportes. Por otro la música, electrónica que nos recuerda esos años donde el altavoz interno de la CPU era el rey, pero hay que admitir que es bastante buena y nos acompaña durante la horas que el título dura.
Jugabilidad
Los controles disponibles serán movernos para los lados y “cambiar la gravedad”. Este concepto es tan simple como se puede uno imaginar al leerlo por primera vez, al pulsar el botón, nuestro personaje pasa de estar pegado al “suelo” a estar pegado al “techo” pero realmente no es algo tan raro pues recordemos que nos encontramos en el espacio y es algo realmente natural.
Con estos movimientos tendremos que ir superando las pantallas llenas de obstáculos para encontrar a nuestros compañeros.
La muerte es una tónica y el juego tiene un contador de las mismas. Esto se facilita con unos puntos de control muy comunes y que son de vital importancia que hacen que al morir volvamos a ellos, cosa muy normal. Yo morí en lo que dura el juego solo 1653 veces, es más, muchas veces morir es la única forma de poder superar ciertas fases o “puzzles” para conseguir ciertos objetivos.
Los mapas van de bastantes sencillos a un grado de dificultad endiablada, y la palabra usada no es para exagerar, os lo aseguro, que más de una vez nos harán que dejemos de jugar durante un rato, aunque al poco tiempo volveremos a posicionarnos delante de la pantalla del ordenador.
Su duración es corta si solo miramos la campaña principal, 3-4 horas, pero entre los mapas existentes, el editor incluido y conseguir TODO en la campaña, podemos hacerlo mucho más largo. Es algo que se agradece ya que podemos realizar la campaña tal cual o si queremos seguir “torturándonos” podemos seguir con los mapas que nos trae el juego. Y os aseguro una cosa, no se cansa uno tan facilmente de este juego.
Conclusión: Estamos ante un juego indie muy recomendable para revivir viejas batallas y disfrutar de un juego rápido y complicado. Su duración podría ser su fallo inicial pero sus distintos mapas y el editor le dan una vida bastante larga, además de una jugabilidad adictiva. Sin lugar a dudas un gran juego que por algo se convirtio en su momento en uno de los indie más respetados y jugados en su salida. Una de esas pequeñas maravillas que los desarrolladores indie nos ofrecen de vez en cuando.
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