La vida siempre se abre paso por las adversidades y eso en la historia de la Tierra, y la propia humana, es una prueba fehaciente. Hace unos 100 millones de años hubo una de las extinciones masivas más destructivas que se hallan datado, comparado con ella la actual destrucción de biodiversidad que el ser humano esta llevando a cabo es nada y un dato que lo demuestra es que se destruyeron, o perdieron, el 95% de la vida existente en la faz de la Tierra. Decir que el 95% de la vida que existía en su momento ha desaparecido es algo tan enorme que sobrepasa los límites de nuestro propio cerebro para imaginar dicha hecatombe pero, la vida siguió y hoy estamos aquí, creyéndonos los amos y señores de todo lo que vemos. Os daré otro ejemplo, el 26 de Mayo de 1987 la planta nuclear de Chernobil tuvo un fallo de seguridad y el reactor número 4 se descontroló, reventando su receptáculo de seguridad y mandando miles de toneladas de material radiactivo a la atmósfera y a sus alrededores. Hoy en día esa zona es una jungla increíble, la vida ha seguido hacia delante y sobrevive sin problemas. ¿Y por qué toda esta charla sobre la vida? Por Shelder, porque en este juego somos la representación de la vida y debemos sobrevivir.
Somos un tejón hembra con 5 crías, 5 pequeños tejones que no pueden sobrevivir sin nosotros y a los cuales debemos alimentar y proteger, es nuestro deber como madre y así lo haremos. Así comienza este peculiar juego donde deberemos proteger a nuestra prole ante todo los posibles peligros que existan, sin olvidarnos de alimentarlos. Esta última acción es de vital importancia y a lo que dedicaremos la mayor parte del tiempo, buscar distintas fuentes de alimentos para poder proporcionarles un sustento a nuestras crías, si no fuera así nuestra prole iría blanqueciendo, quedándose inmóvil y por último muriendo. Es gracias a este cambio de color que podemos detectar fácilmente que cría necesita en el momento determinado alimento y cual no y muchas veces es una decisión arriesgada pues desconocemos cuando podremos localizar más alimento. Este alimento puede ser un vegetal, los cuales son fáciles de obtener aunque muchas veces están escondidos, o cazando algunos animales que podemos ver. Esta última opción es mucho más complicado y la táctica y el sigilo son fundamentales, cierto es que encontramos relativamente poca caza pero también es verdad que si pasamos de ella podríamos vernos en dificultades porque si una de nuestras crías se queda inmóvil y tenemos que alimentarla urgentemente, tendremos que separarnos de ella y esa puede ser una pésima idea.
A través de la aventura no solo tendremos que luchar contra el hambre, sino también contra los elementos y depredadores que son nuestros peores enemigos pues sin piedad se abalanzarán contra nosotros, buscando sesgar nuestras vidas y la de nuestros pequeños.
Todo esto será durante una hora y media larga, que tendremos que recorrer distintos escenarios con distintas situaciones que pondrán a prueba nuestra pericia y táctica, así como nuestra paciencia. En general los escenarios aunque lineales están bien realizados y los elementos existentes camuflan esa linealidad de una forma acertada y que para nada molesta, todo lo contrario, durante el juego ver el escenario y disfrutar de lo que vemos es algo que no tiene precio y eso no es solo al propio escenario o tipo de juego, sino a su diseño artístico.
Lo primero que vi de Shelder, y que más me impresionó, fue su acertado y maravilloso diseño artístico. Estamos ante unos gráficos que se diría que son hechos con papel charol y cartón piedra, todo, absolutamente todo parece realizado de esta forma y el resultado no puede ser más increíble. Ir con tus crías por la noche mientras que uno disfruta de las estrellas, el tiempo que tus crías te dejan, es algo que aconsejo hacer, mientras que el sonido ambiente del bosque, plácido y relajante, te hace olvidarte de tus problemas y solo piensas en lo que tienes delante. Todo esta hecho con un mimo que se nota y es uno de los aciertos del juego junto a una música que acompaña de una forma relajada en los momentos que lo merecen y tensa en las situaciones donde nuestra vida, y la de nuestros pequeños, corren peligro.
Pero no todo no es bueno y la parte que mucha gente criticará, además de una duración que no llega a las 2 horas, es el tipo de juego. Aquí no dispararemos, no tendremos un ejercito de tejones, no hay puzzles solo nosotros, la madre tejón, y nuestras crías que tenemos que cuidar así que os aviso, no estamos ante un juego típico, sino ante un impás, un descanso de nuestra ajetreada vida o de esos títulos que no paran de hacer que sudemos adrenalina.
En conclusión, estamos ante un pequeño juego que si sabemos lo que buscamos y aprovechamos lo que nos ofrece será toda una experiencia relajante y maravillosa. No llega a la altura de otros pequeños juegos, eso esta claro, y muchos me diréis que para su duración y su mecánica mejores opciones hay, y os doy la razón, pero su mecánica y diseño artístico es algo que creo que hay que valorar y disfrutar, creo que es un juego hecho para esos momentos que muchas veces necesitamos, un juego que nos sube la moral en situaciones de penumbra porque nos enseña una cosa, la vida siempre avanza aunque los obstáculos existentes sean enormes, aunque parezca que los problemas sean imposibles de superar, siempre hay una salida para ellos y en el fondo, aunque no lo creamos, tenemos la fuerza para superarlos.
Dedicado a Mara Gilbert ;)
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